Tu colon también tiene un reloj
Nuestro cuerpo funciona guiado por ritmos circadianos : ciclos de unas 24 horas sincronizados con la luz, la oscuridad y nuestros hábitos. No solo controlan el sueño; También regula el metabolismo, las hormonas y la digestión.
El colon —último tramo del intestino donde se forman y expulsan las heces— tiene su propio reloj periférico , con células que expresan genes llamados clock genes (BMAL1, CLOCK, PER, CRY). Estos genes regulan:.
- Motilidad intestinal : movimientos que empujan el contenido hacia el recto.
- Absorción de agua y electrolitos : clave para la consistencia de las heces.
- Secreción hormonal (GLP-1) : influye en el apetito y el tránsito intestinal.
- Permeabilidad intestinal : controla qué pasa o no a través de la barrera intestinal
- Sensibilidad al dolor : cambia según la hora del día
En condiciones normales, este reloj se coordina con tus horarios de comida, sueño y actividad física
El reflejo gastro-cólico: el despertador matutino del intestino
¿Qué pasa en vacaciones?
El estudio de Hibberd et al. (2023) muestra que la motilidad, absorción de agua, sensibilidad y microbiota del colon siguen un patrón diario. Romperlo afecta tu digestión.
En vacaciones es fácil desincronizarse:
- Dormir y acostarse a horas distintas.
- Comer en horarios irregulares.
- Cambia el nivel de actividad física
- Se recibe menos luz natural por la mañana y más luz artificial por la noche
Esto puede provocar:
- Estreñimiento : menos contracciones y más absorción de agua → heces secas y difíciles.
- Urgencia o diarrea : el reflejo gastro-cólico se activa de forma intensa y descoordinada.
- Hinchazón y gases : por cambios en motilidad y microbiota.
- Molestias abdominales : sensibilidad alterada por el cambio en el ritmo circadiano.
La microbiota también sufre jet lag
Las bacterias intestinales tienen su propio ritmo. Están acostumbradas a recibir alimentos y estímulos en momentos concretos. Si los cambias:
-
Modificas su actividad y composición.
-
Pueden aumentar las fermentaciones y gases.
-
Incluso alteran el pH intestinal.
Cómo ayudar a tu colon a adaptarse (sin dejar de disfrutar)
No hace falta vivir con un reloj en la mano. Solo darle a tu cuerpo pistas claras para sincronizarse incluso lejos de casa:
-
Desayuna temprano y completo → aprovecha el reflejo gastro-cólico.
-
Mantén cierta regularidad en comidas y sueño → no exacta, pero sí constante.
-
Exponte a luz natural por la mañana → es el mejor “reset” para tu reloj interno.
-
Muévete después de comer → caminar 10-15 minutos activa la motilidad.
-
Hidrátate más de lo habitual → sobre todo con calor o en vuelos.
-
Ten paciencia → tu digestión necesita unos días para adaptarse.
En resumen:
Tu colon no improvisa: sigue un reloj interno que marca cuándo trabajar y cuándo descansar. En vacaciones, ese reloj puede retrasarse, adelantarse o confundirse.
Si entiendes cómo funciona y las señales correctas, podrás disfrutar sin que tu digestión te arruine el viaje.
La próxima vez que tus cacas cambien en vacaciones, recuerda: no es solo la comida o el viaje… es tu reloj intestinal adaptándose al nuevo compás .
REFERENCIAS DEL ARTÍCULO:
- Hibberd, T.J., Ramsay, S., Spencer-Merris, P., Dinning, P.G., Zagorodnyuk, V.P., & Spencer, N.J. (2023). Circadian rhythms in colonic function. Frontiers in Physiology, 14, 1239278. https://doi.org/10.3389/fphys.2023.1239278





