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¿Por qué tengo SIBO?

El SIBO es una disbiosis, esto es una alteración en la microbiota, donde se da un crecimiento desmesurado de bacterias en el intestino delgado, y no deberían estar ahí. En el intestino delgado se da la absorción de nutrientes, por lo que es muy importante que la cantidad de bacterias sea muy baja, ya que afecta a la absorción de nutrientes, y además al tener un bufet libre, produce que siga creciendo descontroladamente su crecimiento.

 

Cada vez hay más personas afectadas por esta alteración digestiva, y a la hora de tratarlo es muy importante saber cuál es el problema que lo ha producido para poder erradicarlo del todo, ya que de nada sirve tratar el problema en sí sin solucionar el origen, porque lo más probable es que vuelva a aparecer. De primeras puede ser difícil conocer cual es la causa que lo ha provocado, pero con trabajo, paciencia y dedicación.

Causas del SIBO

1. Alteración de los mecanismos de defensa del sistema digestivo

Es importante que en el intestino delgado hayan pocas bacterias, para ello tenemos unos mecanismos de defensa:

– El pH ácido que se produce en el estómago, un consumo prolongado de prazoles (o comúnmente conocidos como protectores estomacales) inhiben la producción de ese ácido.

Este ácido es esencial para una correcta digestión y nos protege tanto de bacterias patógenas como del SIBO

Este ácido también es importante para que se de una correcta secreción pancreática y biliar, que son también necesarias para una correcta digestión y tienen también un efecto bactericida, matando las bacterias malas y evitando que se de un sobrecrecimiento bacteriano

 

-El complejo migratorio motor (CMM) es otro de los mecanismos de defensa, es como el camión de la basura que arrastra y se lleva toda la suciedad y exceso de bacterias, este se activa cuando llevamos varias horas sin comer, estar picoteando constantemente inhibe este sistema de protección.

Y por último tenemos la válvula íleo-cecal, que se encarga de que lo que tenemos en el intestino grueso no pase de nuevo al intestino delgado.

-Es muy importante que esta válvula funcione correctamente ya que en el intestino grueso tenemos muchas muchas bacterias que necesitamos para funcionar bien. Y en caso de que esta válvula no funcione correctamente estas bacterias pueden subir al intestino delgado donde tienen un bufet libre de nutrientes y su población crece desmesuradamente.

2. C0nflictos emocionales y/o estrés

El estrés es un mecanismo de defensa que tiene el cuerpo que es esencial para la supervivencia, aquí el sistema nervioso autónomo simpático toma el control del cuerpo y nos prepara para la lucha o huida para favorecer la supervivencia, y la digestión (entre otras cosas) pasa a último plano, por lo que la secreción de ácidos, y la válvula ileocecal puede que no funcionen eficientemente (que son los mecanismos de defensa digestivos principales).

El estrés además aumenta la hipersensibilidad visceral y favorece la disbiosis, al igual que los conflictos emocionales.

3. Mala alimentación

Abusar de alimentos ultraprocesados, harinas refinadas, azúcares simples y grasas saturadas, trans, así como de aceites refinados propicia la aparición de todo tipo de problemas digestivos además de la inflamación sistémica de bajo grado.

Comer deprisa sin masticar bien también dificulta la digestión, al triturar bien los alimentos con la masticación dejamos más espacio para que actuen las enzimas digestivas y por tanto favorecemos la absorción de nutrientes.

Picotear constantemente como hemos visto en el punto 1, inhibe el sistema migratorio motor, que es uno de los mecanismos de protección del sistema digestivo.

4. Uso crónico de inhibidores de la bomba de protones (prazoles)

Los inhibidores de la bomba de protones, comúnmente conocidos como protectores estomacales, inhiben irreversiblemente la producción de ácido del estómago, que como hemos visto es necesario tanto para que se produzca una buena digestión como para protegernos de los microbios o su crecimiento desmesurado.

5. Abuso de antibióticos y otros fármacos

Los antibióticos matan todo tipo de bacterias, tanto las buenas como las malas, alterando el ecosistema microbiano que tenemos en el intestino, esto favorece el crecimiento de microorganismos patógenos.

Los antiinflamatorios no esteroideos (tipo ibuprofeno, enantyum, naproxeno, voltaren…) alteran tanto la mucosa digestiva como la microbiota.

6. Disbiosis oral

La boca es el principio de nuestro sistema digestivo, todo lo que entra por la boca va a parar a nuestro estómago…intestino..  y aquí tambien incluimos las bacterias, virus…

Fumar, respirar por la boca, llevar una mala alimentación, tener una mala higiene bucal, presencia de caries, gingivitis… puede producir una alteración de la microbiota bucal, que va a afectar a la microbiota de todo el sistema digestivo.

7. Sistema inmune débil

El sistema inmune puede verse alterado por muchos factores como una mala alimentación, tóxicos, metales pesados, microplásticos, micotoxinas… (que a su vez también afectan a la microbiota) 

El sistema inmunitario también se encarga de controlar el crecimiento de microorganismos patógenos en nuestro intestino.

8. Gastritis

La gastritis crónica o bien haber tenido un episodio puntual de gastritis puede predisponer a padecer SIBO porque:

- Se da una disminución del pH del estómago

-La inflamación de la mucosa estomacal puede alterar la motilidad gástrica y debilita la mucosa, afectando su función de reserva contra bacterias externas.

-Uso de Inhibidores de la bomba de protones y antiácidos